Un Tiro de Vaquel para darle el triunfo.

Una fiesta se vivió en la capital del folklore con el partido disputado entre Independiente y Tiro Federal. La victoria fue para el celeste con gol de Lucas Vaquel a los 35 minutos del segundo tiempo. Con un marcó impresionante y un partido que paso del nerviosismo, del primer tiempo, a la emoción en el segundo.

Con un comienzo que tuvo a los protagonistas nerviosos ante un marco de público de mas de 2000 personas. El color estuvo en las tribunas de Cosquín con el rojo de Independiente y el celeste de Tiro Federal. No pudo vivirse los mismo dentro del campo de juego ya que los jugadores tuvieron un primer tiempo lleno de imprecisiones.

En el local no encontraba la pelota Franco Fernández y eso dificultaba el acceso a la misma por parte de Garay. Firmes en el fondo Gudiño y Delrío, detenian el avances de Arrascaeta y Bustamante. Tampoco la visita estaba firme y se metía mas de lo que se jugaba, un reflejo de los clásicos en general.

En el segundo las cosas cambiaron e Independiente lo fue a buscar de entrada, con un remate de Franco Fernandez de media distancia que ante el rebote de Vocos, Garay no pudo impactar. Luego José Arrascaeta probó desde afuera del área y el disparo salio al lado del palo de Molina. También tendría la suya Godoy cerca del arco de Tiro pero no la pudo aprovechar.

Ya el comienzo del segundo tiempo ofrecía mas emotividad que todo el primer capítulo y todavía quedaba lo mejor, por lo menos para Tiro Federal. Ante del gol parecía que todo estaba servido para Independiente cuando se iría expulsado el lateral Jonathan Villada y Tiro se quedaba por uno menos.

El local motivado se fue en busca de la apertura del marcador, con superioridad numérica. Eso haría descuidar la faz defensiva, hasta el momento impecable, y en un rebote Lucas Vaquel encontraría un resquicio para el remate y pondría el gol del triunfo y el delirio para la parcialidad visitante.

El partido no ofrecería mucho más. El fútbol y las dos caras de la moneda, la algarabía y el festejo desenfrenado y la tristeza y la bronca por el otro lado. Así y todo los que circunstancialmente perdieron, se bancaron las cargas de los que ganaron. Todo termino en paz y ganó el deporte mas hermoso del mundo, que el Domingo en Cosquín tuvo una demostración de porque tiene esa denominación casi de cassette.